PRENSA LIBRE

Artículos, escritos por Rosa María PALACIOS MC-BRIDE en Perú 21.

domingo, 3 de junio de 2007

Amor al chicharrón

Estuve 15 días de vacaciones. Cuando me fui, parecía que el premier se salvaba de la interpelación que le tocaba, como mínimo, por cometer la burrada de designar en un cargo público a un personaje que él mismo inhabilitó.

Al que más bien dejé en una situación precaria en el puesto, dada la gravedad de su conducta como beneficiario de las 'mermeladas' contratadas para mejorar su imagen, era al ministro de Vivienda, Hernán Garrido Lecca. Sorpresas te da la vida. Llegué a Lima y el interpelado era Del Castillo. ¿Cómo quedó la votación para aprobar la interpelación de Garrido Lecca? 29 a favor, 28 en contra (obvio, los apristas) y ¡25 abstenciones! ¿Ausentes? 38 congresistas en fuga.

¿Abstencionistas y ausentes? Casi todo el nacionalismo y la UPP. ¿Y la anunciada censura? No se habló más. Reviso periódicos de días posteriores y el asunto ¡desapareció!

¿Qué pasó? Dos explicaciones pueden ayudar a comprender tanta magnanimidad del Congreso con el ministro de la imagen mejorada. La primera, y más simple, es que se mueren de envidia. Efectivamente, tener contratado a un periódico, por más desprestigiado que sea, debe ser el sueño de algunos políticos.

Tal vez, exonerando al ministro, piensan (¿?) que quede el precedente para que ellos puedan hacer lo mismo. Es más, ¿por qué no aprobar un proyecto de ley para legalizar la 'mermelada'? Disculpen la amoralidad, pero es la única explicación racional para entender la conducta de todos los congresistas que se abstuvieron de votar. ¿Cómo te puedes abstener frente a la inmoralidad de comprar contenidos para que, engañando a tus votantes, pases como información lo que es publicidad? Siendo amoral, no cabe otra.

La segunda explicación viene en una genial caricatura de Juan Acevedo en la que el ministro camina por un pasillo cargando baldes de agua que le reclaman desde distintos cuartitos de un identificable solar.

Porque el agua para todos del ministro se puede convertir en fotos y en inauguraciones para todos. ¡los congresistas! ¿Y no es mejor si se paga (con nuestro dinero) para que el cherry ya no solo incluya al ministro sino también al congresista en su localidad? Faltaba más; donde entra uno, entran dos. ¿Lo habrá ofrecido así el ministro? Dice el primer ministro que no. Le dejo a usted, lector, decidir si le cree.

Suerte la de Garrido Lecca. Solo un consejo, señores congresistas de UPP y el PNP, después de apañar esta porquería, absténganse de hacer el ridículo dando lecciones de moralidad pública. ¿O ante la vergüenza rectificarán, como ofreció el congresista nacionalista Werner Cabrera -ante la pregunta que le hice en Prensa Libre- que no podían sostener la incoherencia de su postura?

Tiempo hay, veremos si hay ganas.

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